Comienzo la crónica de esta ruta de Sábado con esta imagen.
Se puede decir, que estando yo de fotógrafo, y con la colaboración de mi amigo Antonio; aqui sale hasta el gato....... ¡ Jajajajajaja !.
El gato es un "amigo" que se encontró Manuel, en el Cortijo de el Chorrillo. Era muy cariñoso, e hicieron buenas migas.
Hay muchas imágenes, que se podrán ver al acabar. Las pondré como siempre en un enlace, al acabar la crónica.
No será muy larga, pues hay que contar algo, pero es ,mejor ver las fotografías, pues están muy bien. Y no es porque las haya hecho yo (que también), si no porque la naturaleza, y la compañía se presta a ello. Está el bosque y la montaña, a poco de acabar el otoño; preciosa.
Hay una humedad, una atmósfera, y un colorido, muy bonito. Y añadido a estas temperaturas que vivimos, más la compañía, que anima; son días especiales para la práctica de cualquier deporte al aire libre.
Cuando recojo a Antonio, vamos al sitio acordado para salir en el grupillo que estuviese allí para las nueve.
Sólo nos encontramos con Manuel. Faltaba Arturo, que vino un poco más tarde.
Y José Miguel, que nos cogió, casi saliendo de Albolote, pues se retrasó un poco más.
Al final, íbamos cinco, que estábamos dispuestos a hacer una señora ruta.
Aunque José Miguel, se fue al llegar a la zona de la Venta del Molinillo, una vez que llegas al desvío para subir el collado que va a Los Sillares.
No tenía ni tiempo, ni ganas para más. Y además, dice que ya cuelga un tiempo la bicicleta para el descanso invernal.
Así vuelve con más fuerza y ganas para empezar la temporada, e ir a marchas, y carreras.
La ruta, aún quitando la subida al collado que hicimos nosotros, y la vuelta desde Los Sillares, por Prado Negro; es dura.
A José Miguel, le quedaba volver por la Alfaguara, como a nosotros, y después de subir por el Cortijo de el Duro, Califaquín.
No es poco, aunque lo nuestro fuera un poco más.
Nos quedamos cuatro, que completamos una ruta que acabó con una pequeña pájara de Antonio, porque no había comido bien esa mañana, y porque se pensaba que no era para tanto la ruta.
Incluso; al salir de una vereda que sale a la zona de Prado Negro, y después a Las Mimbres, pinchó con un clavo de madera, o espina de cualquier planta. Arreglo, y a continuar para llegar a casa, que había mucha hambre.
Como digo; un día espléndido, y con viejos, y buenos amigos, que conozco desde 1997, cuando empecé a salir en MTB, con el Grupo Maracena Bike.
Y con mi amigo Antonio, que creo no equivocarme si digo que lo conozco desde 2011.
Termino de escribir, para pasar a las imágenes de este día.
También añado un pequeño vídeo que hice de las vistas de Sierra Nevada, de fondo, y de los que íbamos en la ruta; por la zona que va de Polvorite a la Cañada del Sereno.
Y con esto, acabo esta crónica de un día muy bueno, de los que gusta que no acabe; y repetirlo en un futuro.
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