martes, 10 de marzo de 2015

LA PEÑA DE CICLISMO. UNA ESPECIE EN EXTINCIÓN. HAY QUE MANTENERLA VIVA. 10/03/2015.

Hago esta publicación para hablar de cosas que llevo viendo muchos años y que se mantienen, o se agravan; no poniendo remedio, nosotros; los aficionados.
La palabra PEÑA sirve y ha servido para designar a un grupo de ciclistas aficionados, que se unen generalmente los Domingos y los días de fiesta que se quiera, para salir en la bicicleta, hacer un poco de deporte, para mantener sano cuerpo y mente, y de camino, fomentar la relación social y humana. 
Aunque ahora se denomine CLUB, e incluso, GRUPO; debería ser lo mismo. Antes también se hacía esta denominación. 
La denominación que se le de creo que debe dar igual, si el fin es el mismo. Para mi opinión y criterio, y el común a mucha gente, debe o debiera ser, el de un grupo de amigos que sale para hacer deporte, pasarlo bien, y dejar buenos recuerdos, plasmados en la mente, mediante el sentimiento personal y emoción. 
Esto también se puede dejar mejor grabado mediante la tecnología, que a veces sirve de mucho y bien; grabando vídeos o haciendo fotografías, que quedan grabadas durante mucho tiempo.
Estaremos muchos de acuerdo en que muchas peñas, parecen, o son equipos de competición, a nivel casi profesional, o sin el casi.
Entiendo que muchas personas quieren emular a sus héroes en el mundo del deporte, o quieren protagonizar sus pequeñas y personales hazañas. Pero esto no se debe de hacer mirando a nadie por encima del hombro, ni con presunción funesta. 
Si se quiere algo similar, que no sea tan malo; para eso están las carreras o marchas competitivas. 
O que se vayan con otro grupo de gente que esté a su nivel, incluso superior, y allí, demuestre lo que vale. 
También está la opción de hacerlo solo y mediante el medio que quiera utilizar, dejarlo grabado, para después mostrarlo y lucirse, o sentirse superior y admirado. 
A ver si el aficionado se entera de una vez que los profesionales cobran por hacer de este deporte su trabajo y medio de vida, aunque sea por unos años.
Y que incluso, hay cosas que ellos no quieren o no quisieran hacer, pero se lo exigen los equipos, directores, entrenadores, patrocinadores, e incluso, a veces, los medios de comunicación, y el simple aficionado. 
Pero incluso, dentro de este mundo deportivo profesional, vemos casos de honestidad, honradez de todo tipo, de lógica, profesionalidad, solidaridad y bondad, que dejan huella en el deporte, la historia y la sociedad. 
Por tanto; hagámoslo bien desde abajo, porque si desde ahí empezamos mal, no quiero ni ver lo que puede pasar arriba y abajo con el tiempo. Seamos lógicos y humanos, pero de verdad en su buen sentido.  
Para mi; las peñas, en su espiritú tradicional, de antaño, o como debería ser; son como los hornos de leña antiguos de las panaderías y obradores de pastelería.
Hay muy pocos y en lugares localizados muy difíciles de encontrar. De ahí lo de el título de esta publicación, de catalogarlos como especie en extinción.
Se y entiendo que hay gente que de naturaleza, son muy competitivos y les hierve la sangre. No pueden pasar un día sin demostrar como están de forma, o como son de buenos en esto del deporte. Si hablamos en general de el deporte, tenemos tema de conversación para mucho tiempo. Sólo con el ciclismo ya tenemos bastante. 
Antes se trataba más en las peñas de carretera, el tema de la competitividad, que en las de montaña, que eran un poco más tranquilas. 
Parecía ser que eran como más adsequibles al aficionado medio o principiante, que se iniciaba en este deporte, y quería salir con un grupo de gente. Sus salidas de principio eran de otro nivel y él o ella, salía solo, o sola. 
Ahora da igual, desde hace mucho tiempo. En las dos disciplinas hay nivel y competitividad. 
Hay quien dice que para entrar en una peña, se debe tener un cierto nivel físico y estar acondicionado deportivamente hablando, para soportar o llevar el ritmo que llevan ahí, en ese grupo, los más fuertes. 
Aquí discrepo. Si ponemos el caso de que estamos entrando en un equipo, aunque sea de aficionados, pero con un cierto nivel y prestigio; puede ser que se tenga algo de razón. Sobre todo, si los Domingos o festividades, se dedican a entrenar fuerte para correr o directamente; participan en carreras. 
Y aún así, en algunos hay gente que sale de otra forma y no corren nunca o casi nunca. 
En ese caso; con ese subgrupo dentro del grupo, se puede salir, o se debería poder. 
Pero si es una peña o grupo de toda la vida, no debería haber tanta competitividad, y menos aún en el seno del grupo, y entre los mismos componentes de él. Esto es el colmo. 
Se supone que una persona se apunta, inscribe, o simplemente, dice de salir, con un grupo de gente para no ir solo por la montaña o la carretera. 
Si se le ponen trabas, problemas, se le exige demasiado sin razón, no se le estima en nada o casi nada, se deja abandonado a su suerte en muchas situaciones, y ve que no hay unión, solidaridad, ni buen ambiente deportivo y amistoso; esa persona y cualquiera, no va a durar mucho en este grupo o peña. 
Y logicamente, va a hablar mal, y con razón de este grupo por todos sitios. Hoy día, esto es más peligroso, habiendo todos los medios de comunicación, redes sociales y sistemas de protesta que hay. 
Y esto va en menoscabo y pérdida de muchas cosas que debieran ser y podrían ser buenas para ese grupo. 
Estoy de acuerdo que por motivos de salud personal y lógica, hay casos en los que una persona no está preparada para ir con un determinado grupo. Es contraproducente para él mismo y para el grupo. Son casos extremos, que no me voy a parar aquí a explicar, o desarrollar, pues hay mucho que escribir y hablar de estos temas. 
Pero hay casos que es comodidad y desprecio de algunos grupos en su totalidad, o en particular de alguno, o algunos de sus componentes o miembros, a ciertas personas. 
Se cierran de tal forma, que no permiten a nadie más entrar en su circulo. Y no ven que esto va en perjuicio de ellos mismos, de el deporte en general, y que es una sinrazón. 
Muchos de estos grupos así, con el tiempo, desaparecen, o se transforman.
Lo malo, es que en algunos casos, se transforman en algo peor de lo que ya eran. Y aguantan como pueden, un tiempo X, para empeorar de tal forma que se aislan, y la gente los critica y conoce por lo malo, ya que no hay nada bueno en ellos. 
Yo no me he iniciado en este deporte desde pequeño, como hay muchos casos, de gente que lleva años practicándolo, y que es el único que conocen o practican. O de los pocos, que practican. Hay quien lleva el ciclismo en la sangre y lleva años en el mundo del ciclismo.
Pero quizás esto me sirva para ser más objetivo e imparcial en esto. 
He estado practicando otros deportes como aficionado y en uno llegué a la competición. No voy a desarrollar este tema personal aquí, porque no serviría más que para alargar este artículo, y aunque aportaría más puntos a tratar sobre algunos temas relacionados con el ciclismo, pues al fin y al cabo es deporte; no considero necesario hacerlo. 
Pero si quiero decir que cuando empecé a salir en bicicleta fue por gusto, atracción a este bello y duro deporte, afición, cuidado de la salud, a nivel cardiovascular, y complemento deportivo de otro deporte que practicaba.
Además, la bicicleta me servía como medio de transporte para mi trabajo. Y como me gusta la Naturaleza, me sirvió y sigue sirviendo para descubrir rincones muy bellos de nuestra tierra, a nivel provincial y regional. 
Después me fue gustando mucho, y con el tiempo, llegué a apuntarme en una peña. 
Debo decir que he estado en unas pocas, y en todas había determinados problemas. Es difícil que un grupo de gente se ponga de acuerdo en todo. Pero no imposible. 
Este es otro tema de conversación muy arduo de tratar. 
Lo que si puedo decir referente al tema que quiero desarrollar aquí, es que podría contar innumerables historias y casi escribir un libro con todas ellas. Pero si me refiero al asunto en cuestión de la solidaridad y unión deportiva y personal en un grupo; he vivido muchos y muy buenos momentos en los grupos en que he estado. 
Sobre todo, en el primero. No voy a nombrar a nadie aquí, para no menospreciar a nadie, ni que pueda haber malinterpretaciones. Cada uno tiene sus cosas buenas y malas. Hay aspectos negativos y positivos. Cosas que mejorar y cosas que no tienen solución, o que hay que hacer un giro brusco para dársela, pues hay gente que no está por la labor. 
Hay que procurar que la persona esté con ganas y deseando que llegue el Domingo o la festividad que sea, para salir un rato con la peña. Y no que pierda las ganas y el entusiasmo por el deporte, o el ciclismo en particular, por miedo a ver que le espera, quien le va a atacar, criticar, o que faena le harán este Domingo los " amigos " o " compañeros ". Ni que se mate entrenando, aún sin tener posibilidad, por diversas circunstancias, para mermar su salud y sus relaciones sociales y familiares. Creo que no hace falta extenderme más sobre este tema, que ya muchos conocen, pues es otro tema que es largo y da mucho que hablar. Sabemos que el deporte practicado de forma moderada y con sabiduría, es bueno. 
Pero, a nivel competitivo, cualquier deporte es malo, pues se fuerza al cuerpo a extremos. Y los extremos no son buenos. 
También es malo cuando se convierte en una obligación u obsesión.
Después de este largo paréntesis, vuelvo al asunto de las peñas.
Otro punto que se podría tratar largamente es el de la forma física y el entreno con la peña y sin ella. Hay muchas formas de salir y entrenar con un grupo. Si no se sabe, es mejor dejar el grupo y entrenar con otro, o solo. Pero no podemos condicionar a un grupo entero de personas que se adapte a una o varias personas. 
El Domingo, aunque muchos opinan lo contrario, por su conveniencia, no es el día para entrenar. Y si no hay otra posibilidad, se busca fuera, o se adapta uno. Hay medios de hacerlo. Tampoco los voy a tratar todos aquí. 
El día de salida en peña, es eso simplemente. Salida con la peña o en grupo. Yo he salido con toda clase de gente y condición física y no ha importado quien fuera superior o inferior. Ese día no es día para competir o hacer entrenamientos particulares. 
También quiero decir que cuando comencé a salir con cierto grupo, se dieron multitud de historias, acciones, gestos y experiencias, que hacen que un grupo, peña o club; merezca una denominación especial.
Dejan muy buenos y gratos recuerdos en las personas. Y ya sea por casos particulares o de el grupo en general, crean unos lazos de amistad que en casos particulares; aún distanciadas las personas y en mundos o ambientes diferentes; incluso habiendo dejado el deporte en general, o el ciclismo en particular; siguen durando y permaneciendo en el tiempo. 
Para mi, esto es lo que cuenta. Y debería contar para todos. Por eso, con esta publicación, quiero defender a el espiritú de las Peñas de antaño, y algunas de ahora, que siguen con esa forma de hacer las cosas. 
Seamos razonables y hagamos que en la bicicleta haya problemas 0. Que sirva de medio de cuidarse fisicamente, mentalmente y espiritualmente. 
Y ya de paso, que haga de medio para una relación con el entorno, la Naturaleza y las personas; que haga que merezca la pena salir cuando sea y ver a los amigos.
Hagamos lo posible porque no desaparezcan las peñas como tales y como debieran ser. 
Espero que este artículo sirva de reflexión para todos y que no se considere una crítica, si no una opinión, un pensamiento constructivo, destinado a mejorar algo que se puede y debe. Y algo que nos haga recordar que aunque a veces no somos lo racionales que deberíamos ser, debemos intentarlo y seguir manteniendo las formas y la razón en la vida. Y razón, por mucho que busquemos, sólo hay una. 
Me despido hasta la próxima crónica de un día de ciclismo con la PEÑA.

4 comentarios:

  1. migel chapo me quito el sombrero tienes toda la razon pero siempre abra moscas cojoneras

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  2. ¡ Gracias Fali !. Se que siempre hay y habrá gente que no te deje disfrutar de tu deporte o afición favorita. Pero también tienes que tener en cuenta que uno debe y tiene que buscar la forma de ir bien, de cuidarse, de hacer lo que debe y con quien debe. Si hacemos un símil sobre el medio animal, ya que tú has sacado lo de las moscas cojoneras, sería el dicho famoso o la frase tan conocida y teoría de Darwin que dice : " La adaptación es la clave de la supervivencia. Adaptarse o morir ".
    Si algo te molesta, apartalo de tu vida. Sigue adelante y no mires atrás, salvo para observar. Hay que lidiar con esas especies y que no te lleven a su terreno. Siempre hay gente buena y que quiere tus mismos objetivos. Y si se logra ponerse de acuerdo en algunos aspectos, se disfruta y se logra el objetivo de cuidarse, salir sin problemas y hacer lo que le gusta a uno.

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  3. maraxenero19/3/15, 14:11

    Eso de que si algo que no té guusta aparlo.
    Eso suena a egoísmo insaolidario

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  4. No se quien eres maraxenero, pero parece que no entiendes lo que quiero decir. La vida es un camino que no dura mucho en el tiempo, si lo comparas con lo que duran otras cosas en la vida. Los años, depende de como vivias, se hacen largos o cortos y pasan volando; pero es un camino largo de recorrer. Y no hay que arrepentirse de nada que se podría haber solucionado a tiempo. Si algo o alguien te molesta, hace daño o se interpone en tu camino, ¿ por qué soportarlo ?. Si acaso el egoismo es por parte de la otra u otras personas. Nadie es más que nadie en este mundo. Y si algo no te vale, o sirve, y encima te daña, ¿ para que mantenerlo a tu lado ?. La mala hierba es mejor apartarla cuanto antes, y si es preciso, cortarla o pisarla, para que no dañe ni a uno mismo, ni a otros. Y sigue adelante por el buen camino, libre de malas hierbas. Eso no es egoismo insolidario. Es pura lógica y saber hacer.

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