Otro año más, y ya van cuatro; que se celebra la Travesía por Sierra Nevada de el Veleta hasta Órgiva, organizada por Buguibikes. Yo llevo tres años haciéndola, ya que el primero, no recuerdo, que avería tenía en la MTB, que no pude asistir. Este año, casi no puedo, o hubiera tenido que poner otra rueda, ya que la mía, rota, tardaba en llegar. Pero al final, pude ir con la bicicleta como debe estar y estrenando varias piezas en la ruta, ya que llevaba tres meses sin coger la MTB. En esta ocasión, me acompañaban dos amigos de Marabike, que en esta travesía y por la mitad de estos terrenos, son nuevos, ya que no conocen, o mejor dicho, no conocían, la parte de atrás de Sierra Nevada, o cara Sur. Serafín y Sergio tenían muchas ganas de hacer esta ruta y yo de que viniesen conmigo a hacerla.
Otros años no había tanta gente en esta Travesía, pero este año ha sido un año bueno por todos los aspectos. Se apuntó tanta gente que han hecho falta dos autocares y un camión para transportar bicicletas y ciclistas. Más de 80 personas iban a hacer esta ruta por terreno de alta montaña en Sierra Nevada, para salir a la Alpujarra, transcurridos alrededor de 70 km. Como de costumbre, alrededor de las siete de la mañana, salen los autocares y el camión para subir a la Sierra. Desde la Hoya de la Mora se parte subiendo hasta el Pico Veleta, para hacer unas fotografías allí arriba y comer algo. Se baja después de que llegue todo el mundo que pueda y quiera subir hasta aquí, hasta la zona de la Carihuela. Allí se inicia un viaje que transcurre por la cara Sur hasta salir a la Alpujarra y acabar en el Camping Órgiva, situado en el exterior de la salida de la localidad de Órgiva.
Este año ha sido uno de los que mejor ha ido todo, y eso que había más gente, por lo que la probabilidad de que ocurra algo malo o bueno es mayor. Por la mañana, con la entrega del dorsal o número a cada ciclista, se le entregaba una barrita proteica y una camiseta técnica conmemorativa de la Travesía. Y en la comida, con esos números, sorteo de regalos para los que salían afortunados. La comida, bebida, atención y el sitio, de muy buena calidad; lo que da pie a repetir otro año.
Como nota negativa de la jornada, se puede destacar la caida de un ciclista en el asfalto, por, según dicen, agua en el asfalto, y que se le fue la rueda en una curva. No fue todo lo grave que se creía, afortunadamente, y comió con nosotros, después de una atención médica obligada y a su tiempo.
Las cosas con menos importancia, fueron tres caidas leves, sin velocidad en la bicicleta y sin muchas consecuencias, a excepción de levantarse de nuevo, un poco mosqueados. Hubo una rotura de cadena y un pinchazo solucionados. Y que yo sepa, nada más. Cosas muy normales y en esta ruta, aún más; pues el terreno es duro, abrupto y seco. Lo natural en la alta montaña.
Quitando esto y hablando de cosas mejores, he de decir, que además de la compañía habitual de todos los años y alguna nueva que otra , pero conocida ya; me he encontrado este año con alguna sorpresa. Cristóbal, un amigo de la escuela, que ya conozco y ya habíamos hablado para salir algún día, se presentó por sorpresa y sin saberlo hasta última hora. Me dió mucha alegría verlo allí y compartir un día con él. Otra persona a la que no veía desde hace años y que me llamó la atención, pues me concoció él por la voz, pero no había visto hasta ese momento, fue Juan. Con él salía cuando estuve saliendo unos años con Granabike. Me dió alegría verlo y que me conociera. A partir de ahora procuraremos no perder el contacto. Y otra persona más, a la que no veía desde muy joven, pues la familia se mudó cuando eramos niños los dos; lo vi también aquí. Era David, un antiguo vecino del barrio donde me crié. Encuentros casuales muy gratos.
Hay muchas historias que contar de esta ruta, pero como de costumbre, se hace la crónica larga. Aunque otra señalada, que me dió sorpresa y alegría también fue ver a Eloy, que vestido de ciclista con la uniformidad de Buguibikes, iba a hacer la ruta con todos nosotros. Le fue muy bien, para lo que entrena con la bicicleta, pues practica otros deportes. Andrés volvía a salir después de un descanso estival y tampoco fue muy mal. Y como hace unos años ya, volvían a hacer de las suyas con sus bicicletas de doble suspensión los " Tres Jinetes Perturbados ". Es una broma entre nosotros sin maldad y ya saben ellos quienes son y porque los llamo así. Son unas excelentes personas y los quiero.
Acabando con esto, sigo con las otras rutas realizadas en este Domingo, último de Agosto, y en el que algunos acaban sus vacaciones. No tengo aquí mucho que contar. Paco, Moreno, Rafa y Miguel Ángel, quedaron para salir a dar una vuelta por el Trevenque con MTB y estuvieron muy agusto. Pero se echó de menos a todos los Marabikers, que si es posible, otro año los quisiera con sus MTB en la Travesía por Sierra Nevada. Y aquí, en la Sierra, estuvo, más tarde, en la zona de la Hoya de la Mora, desde donde partimos nosotros; Diego y unos amigos. Antonio Gamarra se encontraba entre ellos. Lo hicieron, todos ellos, con la flaca o de carretera. Como digo, otro año, los quiero en la Travesía. No saben lo que se pierden.
Como complemento a esta crónica pondré algunos enlaces muy interesantes sobre este Parque Natural y Nacional, que es Sierra Nevada. Pasamos con las bicicletas por un enclave único y maravilloso, al que no apreciamos en todo su esplendor a causa del desconocimiento, por un lado, y el ir con un vehículo, al fin y al cabo. Si pinchamos aquí, podremos ver información sobre las Lagunas de Sierra Nevada y algo más.
Para poner algo más de información sobre tan precioso lugar, pondré el típico enlace que lleva a Wikipedia, en el que nos da una información general de Sierra Nevada.
Y para acabar esta crónica de este bonito Domingo, lo mejor. Las fotografías de la jornada. Tanto las hechas por mi, como las que se realizaron por Serafín y Sergio en la Travesía y compartidas por Whastapp. Y las que se envían por Whastapp de las rutas de los otros amigos.
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